La electroestimulación y sus beneficios en el entrenamiento y la recuperación - 12/5/2016

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El papel de la tecnología en el deporte y la salud es cada vez mayor. Hoy en día es relativamente fácil encontrar decenas de apps o gadgets que facilitan la vida del deportista y que al mismo tiempo le ayudan a conocer y controlar su estado de salud.

A pesar de ello, no nos podemos olvidar de todos aquellos aparatos tecnológicos que llevan más tiempo en el mercado y de los cuales se han demostrado sus beneficios en el tratamiento de lesiones y su influencia en el rendimiento deportivo.

Este es el caso de la electroestimulación, una técnica consistente en la generación de contracciones musculares mediante impulsos eléctricos producidos por un electroestimulador que se “conecta” al cuerpo a través de pequeños electrodos en la piel. La electroestimulación se considera una forma de electroterapia y, a la vez, una técnica complementaria de entrenamiento muscular.

El electroestimulador genera distintos tipos de corriente en función de las necesidades del paciente. Por norma general, un buen dispositivo puede proporcionar frecuencias de entre 2 y 120 Hz y los más actuales pueden producir una estimulación secuencial, lo que permite trabajar primero los músculos agonistas y luego los antagonistas.

 

Beneficios

En función de la frecuencia, la electroestimulación puede tener diversos beneficios. Sólo hay que escoger el programa acorde a nuestras necesidades:

  • Efecto descontracturante (1-3Hz): Ideal para el tratamiento de contracturas, su efecto relajante perdura horas después de la sesión y mejora el control de movimientos.
  • Disminución del dolor (4-7Hz): Aumenta las endorfinas y encefalinas provocando un efecto anestésico localizado natural y la relajación de la musculatura en general. Ideal para evitar calambres, reoxigenar tejidos, eliminar edemas o facilitar el sueño.
  • Aumento del flujo sanguíneo (8-10Hz): Crea nuevos capilares y restaura los tejidos, también evita contracturas y es muy eficaz para el cansancio localizado. Bajo prescripción médica puede ser de gran ayuda para tratar problemas articulares.
  • Aumento del tono muscular o mejora de la resistencia muscular localizada (10-33Hz): Combinado con ejercicios cardiovasculares (correr, montar en bicicleta…) tiene una función estética ya que utiliza la grasa como mecanismo de energía.
  • Aumento de la resistencia a la fatiga (33-50Hz): Ideal para deportes de resistencia, proporciona aumento del tono muscular sin desarrollar la musculatura. La potencia de contracción en determinados músculos es imposible de alcanzar con ejercicios.
  • Aumento de la fuerza y la resistencia localizada (50-75Hz): Recomendada para combinar con el entrenamiento voluntario para aumentar el volumen muscular preservando las articulaciones.
  • Aumento de la fuerza explosiva (75-120Hz): Sustituye a ciertos tiempos de entrenamientos porque obtiene mejoras que no alcanzan los ejercicios voluntarios y no produce lesiones.

 

Contraindicaciones

A pesar de sus muchos usos, la electroestimulación no está recomendada para todo el mundo ni para todos los casos. Debemos evitar o abandonar el tratamiento con electroestimulación si:

  • Sufrimos epilepsia, tumores y metástasis o diabetes.
  • Tenemos problemas circulatorios arteriales (especialmente en miembros inferiores).
  • Padecemos de trombosis, tromboflebitis o varices.
  • Tenemos hernias en la zona abdominal o inguinal.
  • Se está embarazada no se deben aplicar los electrodos en el abdomen.
  • Llevamos un marcapasos.
  • Padecemos alteraciones de la sensibilidad.
  • Estamos pasando por procesos hemorrágicos, estados febriles y/o infecciosos.

Además, se recomienda no usar la electroestimulación en el seno carotídeo ni en menores de 10 años. 

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